¿Qué tipos de hormigón hay y cómo seleccionar el más indicado?

¿Qué tipos de hormigón hay y cómo seleccionar el más indicado?

El hormigón varía en función de su preparación y además cumple muchas funciones, siendo un material imprescindible en la construcción. Por ello, es necesario conocer todos los tipos de hormigón existentes en la actualidad.

¿Qué es el hormigón?

La definición de hormigón según la RAE es la siguiente:

Material que resulta de la mezcla de agua, arena, grava y cemento o cal, y que, al fraguar, adquiere más resistencia.

¿De qué se compone el hormigón?

El hormigón está compuesto por los siguientes ingredientes:

  • Aglomerante (cemento hidráulico): 10-15%
  • Granos sintéticos: 65-75%
  • Agregado fino (arena)
  • Agregado grueso (grava o piedra)
  • Agua: 15-20%
  • Aire aprisionado: 1-2%
  • Agregados y aditamentos (ocasionales): % variable

 

La arena es uno de los agregados que más influyen en las características del hormigón. De hecho, las mejores arenas son aquellas lavadas con agua dulce. Además, los agregados gruesos (por ejemplo, grava o piedra) ofrecen al cemento una mayor densidad.

Generalmente, estos comprenden del 60 al 75% del volumen total del mismo. El tipo y tamaño del agregado empleado varía en función del grosor y el propósito del producto del hormigón final.

Las excesivas impurezas en el agua pueden afectar al tiempo de fraguado y la resistencia del hormigón, así como causar eflorescencia, manchas, corrosión del refuerzo, inestabilidad de volumen o reducción de la durabilidad, entre otros. Por esta razón, se ha de tratar el agua buscando eliminar dichas impurezas antes de utilizarlas en la preparación del hormigón.

¿Cómo hacer hormigón?

Hacer hormigón no tiene mucha más complejidad que hacer una masa de cemento, puesto que bastará con agregar un ingrediente más: la grava. Eso sí, hay que tener en cuenta las proporciones para conseguir una buena mezcla.

Para hacer hormigón, se mezcla la misma cantidad de agua que de cemento y se añade tres veces más de arena junto con la grava. La proporción puede variar según el uso que se vaya a dar al hormigón.

  • 1 parte de cemento.
  • 1 parte de agua.
  • 3 partes de arena.
  • 4 partes de grava.

 

Si se decide añadir más agua, el hormigón será más manejable pero la resistencia será menor. Primero se mezclan los materiales secos y luego el agua poco a poco.

Propiedades del hormigón

Las propiedades del hormigón varían dependiendo del estado del mismo, que puede ser fresco (puede ser manipulado) o endurecido (no puede manipularse debido a su rigidez):

Hormigón fresco

Cuando el hormigón se mezcla por primera vez es como la masa de pan, suave y puede ser trabajado o moldeado con facilidad. Entre sus propiedades más importantes destacan:

  • Consistencia: facilidad con que el hormigón se deforma. Está directamente relacionado con la docilidad y le afecta de forma considerable la cantidad de agua respecto a la masa.
  • Docilidad: indica la facilidad del hormigón de ser transportado y puesto en obra sin perder su consistencia. Influye de forma significativa la cantidad de agua y el tamaño de los agregados.
  • Homogeneidad: indica cómo se distribuyen los componentes que componen la mezcla por toda la masa. Para que esta propiedad se mantenga en sus proporciones correctas es necesario amasar bien y transportar y verter con cuidado, de esta forma se evita la segregación o decantación de los áridos.
  • Densidad (kg/m3): o peso específico, mide la cantidad de masa respecto al volumen que ocupa.

Hormigón endurecido

Alcanza este estado cuando ha empezado a ganar fuerza y está llegando al final del fraguado (pérdida de agua y aire). Las propiedades a tener en cuenta son:

  • Densidad: ya hemos hablado antes de ella.
  • Permeabilidad: capacidad de que el agua penetre (capilaridad o presión) sin alterar la estructura interna del concreto.
  • Compactabilidad: indica la densidad máxima que permite la mezcla. Cuanto mayor sea más protegido estará y por lo tanto tendrá más durabilidad.
  • Resistencia: capacidad de tolerancia que tiene a compresiones, tracciones y desgaste.

¿Cuáles son los tipos de hormigón según sus características?

A continuación veremos los hormigones existentes en el mercado y que se usan según requerimientos específicos:

1. Hormigón autocompactante

Un hormigón interesante es el hormigón autocompactante, que no se debe confundir con el hormigón fluido, ya que sus propiedades son diferentes.

El hormigón autocompactante se obtiene al mezclar resinas o aditivos superplastificantes, dando lugar a la autocompactación. Esto es beneficioso porque no hay que estar pendiente del hormigón.

2. Hormigón proyectado con fibras

Al reforzar el hormigón con distintas fibras se consigue un resultado mucho más robusto. Un punto positivo es que al usar fibras en lugar de estructuras es que no se sufre de corrosión. Existen varios tipos de fibras, siendo cada uno usado para una objetivo en concreto.

3. Hormigón de alta resistencia

El hormigón de alta resistencia entra dentro de los tipos de hormigón más usados en grandes estructuras o rascacielos. Además, se utiliza para construcción civil, aunque en el sector de la edificación no acaba de arrancar a pesar de sus grandes ventajas. 

4. Hormigón ligero

El hormigón ligero lleva un tipo de componente que aligera su peso, como el polietileno expandido, la arcilla expandida, la vermiculita… No debe confundirse con el hormigón celular.

5. Hormigón excavable

Un tipo de hormigón ideal para tapar agujeros o rellenar zanjas, con este tipo de hormigón podemos sustituir el relleno hecho de zahorras.

6. Hormigón drenante

Este hormigón es interesante por su capacidad de aportar una superficie firme, pero a su vez muy porosa, lo que permite dejar pasar el agua a través del mismo hasta capas inferiores.

7. Hormigón translúcido

Es quizá uno de los más interesantes e innovadores. Se trata de un hormigón mezclado con millones de fibras de cable óptico, lo que le  permite pasar la luz de un lado a otro. Este hormigón es ideal para hacer decoraciones o estructuras más complejas gracias a su resistencia.

8. Hormigón antibacteriano y fungicida

El hormigón antibacterial es una nueva modalidad de hormigón, por llamarlo de alguna forma es una versión de un tipo de hormigón higiénico.

Pero este no se hace con un líquido que se impregne en su superficie, sino que es un material incorporado en la fabricación del hormigón el cual evita el desarrollo de microorganismos en su superficie.

Es bastante interesante, la materia prima es el hormigón tradicional, pero enriquecido con aditivos singulares que otorgan su propiedad antibacterial. Este tipo de hormigón antibacteriano se emplea en la industria de comestibles, en los centros de salud y clínicas, los mataderos y granjas de cría de pollos y cerdos.

Como inhibe el desarrollo de bacterias en la superficie del hormigón actúa como un repelente efectivo de microbios y gérmenes que provocan afecciones intestinales, respiratorias, y, por lo general, males de carácter viral.

9. Hormigón pretensado

La resistencia a la tracción del hormigón tradicional es inferior a su resistencia a la compresión.

Teniendo esto en cuenta, si deseamos emplear el hormigón en elementos estructurales que bajo cargas de servicio resistan tracciones es necesario suplir esta falta de resistencia a la tracción.

En el hormigón pretensado el cable no se encamisa, sino que este se deja libre dentro el concreto para que, a través de la fricción o adherencia del cable dentro del hormigón, este le transmita un esfuerzo de compresión después de haber adquirido su resistencia inicial.

Este procedimiento genera un vínculo excelente entre el acero y el hormigón, el que resguarda las barras de la oxidación, y deja la transferencia directa de tensión.

El hormigón se fija a las barras, y cuando la tensión se libera es transferida al hormigón a compresión a través de la fricción. No obstante, se requieren fuertes puntos de anclaje exterior para estirar en línea recta las barras de acero.

Por tanto, la mayor parte de elementos pretensados son prefabricados en laboratorio y han de ser llevados al sitio de construcción. Los elementos pretensados pueden ser en pilotes, elementos balcón, losas de piso, vigas doble T para cubrir grandes luces en parquin y edificios, etc.

Gracias a su gran capacidad, las estructuras pretensadas pueden ser empleadas en grandes luces y con elevadas sobrecargas. También una gran ventaja es que se controlan las grietas o fisuras.

10. Hormigón postensado

El hormigón postensado es aquel hormigón sometido, después del vertido y fraguado, a esfuerzos de tracción por medio de cables de acero montados dentro de vainas o tuberías para encamisarlo, y así no transmitirle esfuerzos de compresión al concreto.

Esta es la diferencia que existe entre el hormigón pretensado y el postensado. Los esfuerzos se transmiten hacia los apoyos, logrando de esta forma cubrir una mayor luz de apoyo a apoyo. Esto podemos verlo mayormente en los puentes y estructuras de grandes luces.

El curado de este tipo de hormigón es de suma importancia en el parque de fabricación, de ahí va a depender en parte la resistencia inicial que vaya adquiriendo y el control de grietas.

11. Hormigón ciclópeo

Este tipo de hormigón se realiza añadiendo piedras del lugar mientras se va hormigonando para economizar material. Este tipo contiene en su interior piedras mayores de 30 cm.

Se utiliza donde sea preciso ahondar las excavaciones bajo la cota proyectada para conseguir una cimentación de soporte conforme con lo solicitado por las estructuras.

12. Hormigón impreso

El pavimento de hormigón impreso es una técnica decorativa que permite aplicar texturas, relieves, estampados y formas. De este modo, sus aplicaciones favorecen la resistencia y la creación de diseños atractivos.

Ahora que ya conoces todo sobre los tipos de hormigón existentes en el mercado, llegó la gran pregunta: ¿cuál es el que más se acopla a tus necesidades? Si no conoces la respuesta a esta cuestión, no dudes en contactar con Byond para que te asesoremos sin compromiso sobre estas y otras alternativas.

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